A partir del siglo XV, se ha observado una verdadera explosión en el arte de gobernar a los hombres y de los métodos para llevarlo a cabo, alejándose del núcleo religioso. Esta proliferación se manifiesta en diversos ámbitos, como el gobierno de los niños, de los pobres y mendigos, de la familia, de la casa, de los ejércitos, de los diferentes grupos, de las ciudades, de los estados, e incluso del propio cuerpo y de la propia muerte. La problemática sobre cómo gobernar se convirtió en una de las preguntas fundamentales de la modernidad, a partir de los siglos XV y XVI.
Esta pregunta fundamental fue tramitada mediante la multiplicación de artes de gobernar, tales como el arte pedagógico, el arte político, el arte económico, y todas las instituciones de gobierno en un sentido amplio. Según la propuesta de Foucault, este arte de gobernar proviene de una alternativa brindada por la pastoral cristiana, en la cual se proponía o imponía que cada individuo, independientemente de su edad o estatus, debía ser gobernado y dejarse gobernar, con el fin de ser dirigido hacia su salvación por alguien que lo ligaba a una religión, a un mundo, a un tiempo meticuloso y global, lo que se traducía en una obediencia.
Esta operación de dirigir hacia la salvación, expresaba una relación de obediencia que debía efectuarse en una triple relación de verdad: una verdad como dogma, una verdad que implicaba un cierto modo de conocimiento particular e individualizante, y por último en un despliegue; como una técnica reflexiva que entrañaba reglas generales, conocimientos particulares, preceptos, métodos de examen, de confesión, de entrevista, entre otros. Esta tecnología se configura en una dirección de conciencia, era un arte de gobernar a los hombres.
En este trabajo se pretende revisar el camino de lo que, en línea con Foucault, entendemos como ortopedias, en las cuales el cuerpo se transforma en la superficie de este arte de gobierno. Se busca precisar algunos puntos conceptuales que fueron construyendo el camino de la ortopedia y las operaciones que la fueron estructurando: la disciplinarización de los saberes, la relación analítica entre la disciplina y el cuerpo (la analítica del cuerpo) y su corrección, y la normalización de los cuerpos. Estos elementos fueron conformando lo que entendemos como una de las artes de gobierno, precisamente de gobierno del cuerpo: una pedagogía que configuró la episteme de la modernidad en tanto organización de la sociedad.
Desandar este camino de las ortopedias permitirá reconocer la estructura epistémica de la Educación Física como institución oficial que traduce tecnologías de la educación del cuerpo a partir del siglo XIX, y revisitar sus actualizaciones. Este análisis profundo y detallado de la proliferación del arte de gobernar en la modernidad y su relación con el cuerpo y la Educación Física, creemos que contribuirá a una comprensión más amplia y crítica de las dinámicas de poder y control que han dado forma a nuestra sociedad.