La reestructuración del capitalismo posfordista en las economías periféricas como en las centrales , se complementa con la reconversión de la organización del trabajo desde el auge de la informática hasta las consecuencias todavía en ciernes de aplicación de la inteligencia virtual, en principio impulsada y desarrollada por las empresas transnacionales, pero hoy también por las Estados, destinada a aplicarla a las transformaciones y mutaciones del mundo del trabajo con el solo objetivo de introducir la flexibilidad en el nuevo modelo de relaciones sociales articulado en un concepto que se ha denominado automatización flexible,. Este concepto articula una relación entre tecnología y desregulación del trabajo para convertirlo en flexible y polivalente y simultáneamente excluido del proceso de producción. En el plano de la circulación, esto se traduce en la emergencia de mercados de trabajo polivalentes, flexibles y polarizados en segmentos de trabajadores altamente calificados, con cierta estabilidad en el empleo y remuneraciones acordes con las tasas de productividad y segmentos inestables, de baja calificación y productividad, sin derechos contractuales y que perciben bajos sueldos generalmente determinados por la intensidad del trabajo o por prolongaciones excesivas de la jornada laboral.
En este sentido pretendemos aportar un enfoque a la propuesta de la mesa.