Música electrónica y desconexión. Sobre la cultura sin registro.
- Bartolini, Julia (UTDT)
La música electrónica, especialmente el techno, se ha consolidado como un fenómeno cultural global desde su aparición en Detroit en la década de 1980. Este género, caracterizado por su uso intensivo de tecnología y su estructura repetitiva, ofrece una experiencia única en las raves, fiestas de música electrónica. Sin embargo, existe una paradoja notable en estas fiestas: mientras que la música y el entorno están profundamente arraigados en la tecnología, las raves promueven una política estricta de desconexión tecnológica. Este trabajo se centra en explorar esta contradicción, analizando cómo el acto de desconectar se integra en la experiencia rave.
El objetivo principal de esta investigación es examinar cómo la política de no permitir teléfonos celulares en las raves contrasta con la tecnología utilizada en la producción de la música electrónica. Se busca entender cómo esta desconexión afecta la experiencia de los asistentes y qué significados culturales y sociológicos se pueden extraer de esta política. Los objetivos específicos incluyen: analizar la relación entre la tecnología musical y la política de desconexión en las raves, explorar la experiencia subjetiva de los asistentes y cómo la desconexión contribuye a la autenticidad del evento, investigar el impacto de la política de desconexión en la privacidad y la comunidad durante las fiestas.
Para ello se realizó observación participante en UnderClub en la ciudad de Buenos Aires y entrevistas a actores claves de la escena rave. Los resultados muestran que la política de desconexión en las raves cumple varias funciones. Desde una perspectiva sociológica, la prohibición de teléfonos celulares ayuda a preservar el “aquí y ahora” de la experiencia rave, evitando que el evento se convierta en algo que se puede capturar y consumir posteriormente. Esta política se alinea con la teoría de Walter Benjamin sobre la pérdida del “aura” en la reproducción técnica de una obra de arte.
Estéticamente, la desconexión permite una inmersión más profunda en la música y el ambiente de la fiesta. La repetición y la estructura del techno se experimentan de manera más intensa sin las distracciones tecnológicas. La política de no fotos ni videos refuerza la autenticidad y el sentido de comunidad en el evento, creando un espacio en el que los participantes pueden conectarse de manera genuina.
Culturalmente, la política de desconexión también protege la privacidad de los asistentes y contribuye a la preservación de la experiencia compartida. El concepto de PLUR (Peace, Love, Unity, Respect) en la cultura rave también juega un papel importante, influyendo en la forma en que los asistentes se comportan y se visten en estos eventos.