Este escrito parte de un proyecto que indaga la articulación entre la enseñanza de la filosofía en universidades públicas del conurbano bonaerense y los territorios en los que dichas prácticas de enseñanza se enmarcan, entendiendo territorio en sus múltiples dimensiones tanto materiales como simbólicas, geográficas como institucionales, objetivas y subjetivas. Nos interesa indagar en las potencias y en la posibilidad de aportar a una práctica filosófica situada y vinculada con el contexto y con la comunidad.
Uno de los grandes aportes del feminismo a los estudios epistemológicos es el de señalar el carácter situado e histórico de aquello que desde la tradición científica patriarcal se había postulado como universal, objetivo y abstracto (Maffia, 2007). Desde una perspectiva pedagógica y epistemológica feminista, hemos apelado a dos dispositivos de investigación que nos permiten rastrear y sistematizar representaciones tanto de la enseñanza de la filosofía como de los sentidos de conurbano: las metáforas y el collage.
A través de entrevistas a docentes de distintas universidades públicas del conurbano bonaerense y del análisis de encuestas destinadas a estudiantes de las mismas instituciones, buscamos identificar relaciones entre universidad, filosofía y territorio, a partir de una perspectiva pedagógica situada. Para organizar los resultados apelamos a metáforas heurísticas construidas a partir de los mismos discursos de lxs docentes entrevistadxs.
El uso de metáforas ha sido recurrente en la historia de las ciencias sociales. La acción metafórica de definir las cosas apelando a otras, nos permite ver los fenómenos bajo perspectivas nuevas, extrayendo supuestos y sentidos ocultos, invisibilizados. Usar metáforas no es una decisión estética, no se trata de “adornar” el lenguaje, sino que es una estrategia metodológica y epistemológica, así como también política. Maffia propone discutir la dicotomía que desvaloriza el lenguaje metafórico en pos de jerarquizar el lenguaje literal, más adecuado a la producción de conocimiento científico del modelo patriarcal.
Asumir que son los sujetos los que significan a través del lenguaje y no el lenguaje por sí mismo, permite poner el acento en los modos en que cada sujeto interpreta e incorpora lo que conoce, lo que, según Maffia, daría lugar a una filosofía de la escucha, que tomamos como perspectiva metodológica en el presente trabajo. La escucha, que es una actividad feminizada, supone decodificar los mecanismos activos por los cuales los sentidos son procesados en cada sujeto y devueltos como una significación, como una interpretación, que es acción y que luego debe ser interpretada a su vez por el resto de los sujetos.
Por otro lado, para indagar sentidos de la filosofía y de los conurbanos hemos apelado al dispositivo collage, en tanto que permite producir representaciones gráficas a partir de fragmentos heterogéneos que se relacionan externamente entre sí y cuyas propiedades son irreductibles a la totalidad. Siguiendo algunas nociones de Levi Strauss (2012) tomamos la figura del bricoleur como aquel personaje que se contrapone al científico en su quehacer arrojado en lo situado, no en un acto de individualidad sino en un evento de producción de lo colectivo a partir de restos y ruinas de los órdenes hegemónicos.