Este trabajo tiene como objetivo principal analizar los modos en que los terraplanistas de Buenos Aires construyen su cosmología y su manera de hacer y estar en el mundo. Para ello me he propuesto describir sus principales teorías nativas, en diálogo con sus diferentes formas de socialidad y construcción de evidencia. Centrada específicamente en los miembros del grupo TP Nivelar, esta investigación muestra cómo éstos configuran particulares formas de subjetivación. La única evidencia válida para los terraplanistas es la que es posible de ser comprobada de forma individual, por cada integrante del grupo. No obstante, se ilustran muchas teorías terraplanistas que no dependen únicamente de tal experiencia, sino de argumentos que enfatizan más que una posición epistémica, una disputa abierta con instituciones o autoridades consideradas legítimas, pero por sobre todo, una presencia muy fuerte de imágenes visuales.

A lo largo de este trabajo, se desarrolla cómo las imágenes visuales funcionan como una de las principales formas de producción de conocimiento utilizada por el terraplanismo. Inicialmente, se analiza el contexto actual del uso y circulación de imágenes en un horizonte de aparente “crisis de la verdad”. Se pone en diálogo la forma en que “la verdad” se construye para los actores estudiados y cómo las imágenes visuales adquieren un relevante protagonismo. También se retoman los límites morales de este grupo y el rol de sus figuras de autoridad que permiten clasificar y descalificar a los diferentes tipos de imágenes. Se reflexiona sobre el constante uso de recursos visuales como método principal para la construcción de sus propias “pruebas”, llegando a la conclusión de que el terraplanismo construye su propia evidencia en la percepción del sujeto.

El terraplanismo, lejos de ser una estructura de pensamiento aislada, dialoga constantemente con un proceso social en un tipo y lugar geográfico específico. Por ello, fue muy importante poder llevar a cabo un proceso de contextualización del sistema social y político, durante el cual se escribió este trabajo, con el fin de poder entender de manera más general, la aparición de este tipo de grupos y subjetividades, relacionadas con características que responden a un modelo comúnmente llamado “post-verdad”. Es en este contexto, emerge la generación de un clima de menosprecio y cuestionamiento a los saberes autorizados. La paradoja es que ese movimiento de descrédito se despliega también en un contexto de ampliación e igualación de acceso a la información sobre producción científica, favorecida por la existencia de las redes sociales y el crecimiento de la divulgación científica. Resulta clave entender y resaltar que el clima político contemporáneo, comúnmente asociado a un giro conservador, no es solo un problema de opciones políticas o discursos de ideológicos sistemáticos encarnados en intelectuales, sino además, una nueva sensibilidad cotidiana.