En un contexto de recrudecimiento de la violencia y cuestionamiento del derecho a la protesta por parte del Gobierno de Javier Milei, me propongo, con el fin de comprender cómo se llegó a la situación actual, realizar un recorrido por algunas protestas sociales llevadas a cabo por distintos actores ante políticas de diversos gobiernos, con el fin de analizar por un lado la relación entre el Estado y las protestas sociales en contextos democráticos, y por el otro indagar y discutir con los argumentos que ha dado el Estado en el pasado para criminalizar protestas sociales.

Me propongo analizar distintas protestas sociales desde la vuelta de la democracia (en 1983), especialmente a partir de 1990, donde se dió una intensificación de las mismas como mecanismo de demanda ante las formas de ejercer el poder por parte de distintos gobiernos.

Intentaré describir cómo se han criminalizado protestas sociales en democracia, teniendo en cuenta los actores que las llevan a cabo, el contexto socio-económico en el que se dan, el gobierno de turno y su posicionamiento ante reclamos de la sociedad civil.

Buscaré describir y cuestionar los discursos y justificaciones bajo las que se dio la criminalización de las protestas, poniendo atención a la relación entre democracia y protesta social y a la visión de ésta como una violación de derechos de terceros, dentro de la cual se le da prioridad a ciertos derechos como ser el de la libre circulación o la condena ante la destrucción de propiedad pública por sobre el derecho a la protesta y libertad de expresión. Teniendo en cuenta también el creciente uso del aparato represivo del Estado, así como también en el aumento de medidas punitivistas, como el aumento de condenas penales y la detención arbitraria de participantes de protestas.

A su vez, intentaré analizar las posibilidades de los actores que llevan adelante las protestas de acceder a otros canales, como por ejemplo los medios de comunicación, para visibilizar sus reclamos, intentando demostrar la importancia de la protesta social como un modo de dar voz a las demandas de los sectores más vulnerables ante medidas de un gobierno que atenta contra sus derechos.


Mis objetivos son:
Describir el vínculo entre democracia y protesta social.
Indagar sobre los actores que llevan adelante distintas protestas y su capacidad de hacer visibles sus reclamos por otros medios, destacando la importancia de la protesta social como vehículo de visibilización de demandas de sectores vulnerables.
Analizar la criminalización de la protesta social por parte del Estado.