El presente trabajo, escrito en el marco del seminario "Cultura, Política y Sociología Crítica de la Cultura y Sociedad" de la FaHCE/UNLP propone un análisis del fenómeno de las canciones aceleradas o sped-up que en los últimos años han ganado enorme popularidad a través de la red social TikTok, llevando a importantes exponentes de la música mainstream a decidir lanzar las versiones aceleradas de sus canciones en su catálogo oficial. La hipótesis planteada en este texto invita a pensar que el surgimiento y éxito de estas canciones se asocia a un período del modo de producción capitalista donde se busca la reafirmación de las lógicas propias del modelo de acumulación neoliberal, cuyas consecuencias en el arte son enormes, en este caso con una profundización de la tendencia hacia la degradación de las condiciones de producción y recepción de la música.
Las características de este fenómeno fueron analizadas principalmente a partir de los aportes teóricos de Theodor W. Adorno y sus elaboraciones en torno a la industria cultural, retomando muchos de sus conceptos, pero también polemizando con ellos. Uno de los principales textos de referencia de su autoría fue “Sobre el carácter fetichista de la música y la regresión de la escucha”, artículo en el cual el autor diagnostica el sometimiento de la música a la lógica mercantil que atraviesa toda la industria cultural, advirtiendo sobre la función disciplinante de las obras, las cuales al adaptarse al estado actual de la técnica y las fuerzas productivas generan una regresión en las condiciones de composición y escucha, impidiendo la evolución del arte y convirtiéndose en pura afirmación de lo existente. Apoyándose en este marco teórico, la problemática de las canciones aceleradas fue abordada tanto desde el polo de la producción como desde el polo de la recepción, con la intención de ligarlas a las condiciones histórico-materiales que permitieron su surgimiento y éxito, estas son: la atomización social y destrucción de los lazos de solidaridad a partir de la pandemia de COVID-19, el aplacamiento de la protesta social con las cuarentenas represivas, así como también las respuestas que se buscaron dar desde los Estados más importantes de la economía mundial ante la crisis económica y la creciente inflación a nivel internacional, con políticas fiscales y monetarias más restrictivas y una mayor flexibilización del mercado de trabajo. Todos estos hechos dieron lugar a una reafirmación de los discursos y lógicas neoliberales, con sus correspondientes expresiones culturales. Las canciones aceleradas fueron tomadas como una puerta de entrada a la problematización de estas cuestiones.