Reconfiguraciones del trabajo de enseñar en escuelas secundarias de la Provincia de Buenos Aires. Obligatoriedad, pandemia y postpandemia
- Arroyo, Mariela (UNGS- UBA)
Este trabajo propone aportar algunas reflexiones sobre las reconfiguraciones del trabajo de enseñar en la escuela secundaria, a partir del análisis del material producido en el marco de dos investigaciones: un trabajo exploratorio desarrollado en el marco de la materia Residencia I de los profesorados de la UNGS; y el Proyecto PISAC- COVID (ANPCyT) “La reconfiguración de las desigualdades vinculadas a la educación secundaria argentina en situación de pandemia/postpandemia”. En ambos trabajos se realizaron entrevistas a directivos, docentes y estudiantes de escuelas secundarias de la región IX de la Provincia de Buenos Aires y se relevó y analizó normativa educativa del período.
A partir de la sanción de La ley Nacional de Educación (2006), se planteron una serie de desafíos para garantizar el cumplimiento del derecho a la educación. Así, se impulsaron una serie de propuestas político-pedagógicas para modificar el modelo organizacional y pedagógico de la escuela tradicional considerado excluyente. Sin embargo, no se alteraron cabalmente tres de las disposiciones del modelo organizacional: la clasificación del curriculum, la designación por hora cátedra y la formación por especialidad, que configuran fuertemente el trabajo docente en este nivel (Terigi, 2008)
En este contexto, el trabajo docente, se ve interpelado por nuevas concepciones y demandas que se distancian de aquellas de la vieja matriz a partir de la cual se configuró (Arroyo, 2020). Asimismo, permanecen muchos de los principios de la gramática de la escolaridad que organizan las prácticas y producen saberes (Tyack y Cuban, 1997).
En este escenario sobrevino la pandemia, que tensionó aún más los modos tradicionales de ser docente en la escuela secundaria, al alterar algunos de los principios básicos que los organizaron históricamente. En efecto, la suspensión de la presencialidad y la posterior bimodalidad obligaron a reorganizar tiempos y espacios, a acompañar individualmente a los estudiantes alterando la simultaneidad y a repensar las relaciones entre evaluación y calificación. Muchas de estas propuestas retomaron principios pedagógicos de las políticas previas como el intento de romper el supuesto de homogeneidad propiciando el acompañamiento de trayectorias, nuevos modelos organizacionales y formatos curriculares; y la modificación de la concepción de evaluación. Así, sirvieron simultáneamente para dar respuesta a una situación excepcional y en una oportunidad para intentar instalar o profundizar algunas de las transformaciones previamente propuestas (Arroyo y Castro, 2023)
Al desarrollarse sin alterar el modelo organizacional de la escuela, y los saberes docentes disponibles (Terigi, 2011), esto llevó a la continuidad de algunas prácticas como el trabajo en compartimentos por asignatura y la traducción de nuevos modos de evaluación en las viejas escalas de calificación. Además, estas propuestas se transforman en nuevas demandas que profundizaron problemas previos de enseñar en la escuela secundaria y la intensificación del trabajo.
Así, el regreso a la presencialidad sumó nuevos problemas vinculados a las consecuencias pedagógicas, sociales y personales que dejó la pandemia (en el marco de fuertes desigualdades), que tensionaron aún más los modos tradicionales de construir los sentidos sobre la tarea de enseñar en la escuela secundaria.