Los estudios de movilidad social intergeneracional se han caracterizado por una visión androcéntrica (Salido Cortés, 2001; Riveiro, 2016) y virtualmente nula consideración a la diversidad sexo-genérica. Este trabajo se propone explorar las pautas de movilidad social intergeneracional de lesbianas, gays, bisexuales, trans, no binaries y otras identidades (LGTBNB+). Se espera que la indagación sobre la movilidad social de estas poblaciones poco estudiadas colabore tanto en la compresión de las manifestaciones de las desigualdades sociales entre las diversidades sexo-genérica como en el rol de las relaciones de género como factor relevante, aunque secundario, en la composición de los procesos de movilidad social intergeneracional.
Se considera la clase social de destino de las personas en torno a su ocupación actual o última, y la clase social de origen partiendo de la inserción ocupacional del principal sostén del hogar al tener alrededor de 15 años las personas encuestadas. Siguiendo criterios habituales de estos estudios, se toma a las personas de 25 a 65 años de edad, con el fin de obtener una población madura y activa en términos educativos y ocupacionales. La clase social se clasifica según la propuesta de Goldthorpe y colaboradores (Goldthorpe, 2010).
La fuente de datos es el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina (PICTO-2022-GENERO00021), también conocido como “Censo Diversidad”. Se trata de una encuesta nacional no probabilística autoadministrada, relevada entre mayo y agosto de 2023, y que cuenta con un total de 15.211 respuestas.
El análisis se centra en las tablas de movilidad (Hout, 1983) y en los aspectos básicos de la movilidad absoluta, es decir, aquella que refleja el cambio en la distribución en las posiciones de clase de origen y de destino. Se presta atención también al rol de la educación alcanzada por las personas encuestadas como mediadora entre origen y destino.