Mesa 7. Pensar al otro / pensar la nación

La vida en la ciudad como una ficción organizada: la noción de "simulación social" en Ramos Mejía e Ingenieros

  • Escalada, Julia (UNLP)
Resumen

Este trabajo rastrea el concepto de “simulación social” en algunos ensayos de José María Ramos Mejía y de su discípulo José Ingenieros. Para ello, partimos de abordar Las multitudes argentinas (1898), en donde Ramos Mejía aplica la psicología de las multitudes a la historia argentina, para forjar una identidad nacional, y así hacer frente a la inmigración europea y las ideologías que esta trajo, concebidas como una amenaza para la elite. Si bien aquí no aparece explícitamente la noción de simulación, en la descripción sobre las multitudes modernas se observan ciertos elementos vinculados a este concepto, desplegado sobre todo luego en Los simuladores del talento (1904), obra en la que Ramos Mejía estudia las facultades defensivas de los caudillos argentinos, y la psicología tanto de estos como de las masas que los siguieron. Aquí, la noción de simulación permite explicar ciertos fenómenos de las masas populares. Los críticos e intelectuales, como él mismo, están exentos de las características de la personalidad que desencadenan la simulación social, así como en Las multitudes argentinas, estaban libres de las inclinaciones psíquicas que inducen al estado de multitud.
En cambio, su discípulo Ingenieros desarrolla este concepto desde el ámbito sociológico y desde el psiquiátrico-criminológico, buscando distinguir a los simuladores respecto de los verdaderos alienados. En La simulación en la lucha por la vida (1904), Ingenieros parte del darwinismo social, para plantear que todas las especies luchan por vivir, y el ser humano, como especie más avanzada que las demás, ha refinado y sofisticado sus medios de lucha. Los hombres civilizados ya no luchan de manera violenta, sino fraudulenta: es por ello que la simulación alcanza a toda la sociedad y no aparece ya, como en Ramos Mejía, acotada a los sectores populares. Además, este darwinismo social quedará matizado por el marxismo, que considera las formas de asociación entre hombres y grupos, planteando que cuanto más se desarrollen los medios de producción, mayor será la solidaridad entre hombres y menos necesaria la lucha.
El objetivo general de este trabajo es dilucidar qué lugar ocupa la noción de “simulación” en ambos autores, según sus diversas concepciones teóricas e ideológico-políticas. A grandes rasgos, preocupado por las masas urbanas modernas, Ramos Mejía vincula el concepto de “simulación” con los sectores populares, concebidos como bárbaros y amenazantes. Por su parte, Ingenieros postula que la simulación no solo alcanza a todos los individuos y grupos, sino que además es constitutiva de toda la sociedad y de su desarrollo. Con todo esto, podemos ver tensiones en el alcance que tiene este concepto en cada autor, especialmente cuando lo aplican a la ciudad, espacio previamente caracterizado por ambos autores como el lugar de la razón y de la civilización por excelencia.