No hay consenso en la literatura sobre el concepto de autonomía en las mujeres rurales lo cual dificulta la realización de estudios comparativos basados en factores causales que potencien las estrategias de empoderamiento y su expresión en incentivos de políticas públicas.
En este contexto surge el interés de desarrollar herramientas que posibiliten la aplicabilidad del concepto, al tiempo que se aporte al debate epistemológico para las mujeres rurales-agrarias resignificándolo en sintonía con sus contextos. Por medio de una revisión documental en bases de datos como Scopus, Web of Science, Proquest, Ebscohost, Scielo y la recolección de información en campo focalizado para un grupo de mujeres productoras del en el Departamento de Santander, Colombia, se busca poner en discusión cómo se concibe la autonomía en las mujeres de esa región desde las prácticas rurales en la producción agraria y los factores socioeconómicos que pueden estar influyendo en su autonomía.
Las mujeres rurales en la producción agraria suelen tener bajos niveles de autonomía, lo que limita el acceso a los recursos productivos, acceso a derechos básicos, autoridad dentro de la división tradicional del trabajo, acceso y control de la tierra, asignación de recursos al interior del hogar, el diseño de tecnologías agrícolas adecuadas y derechos de propiedad (Deere y León, 2001; Agarwal, 2020a). Estas limitaciones son factores producto de situaciones estructurales socioeconómicas y culturales restrictivas para que las mujeres rurales mejoren su calidad de vida y participen en la toma de decisiones familiares, económicas, políticas y comunitarias (Jejeebhoy, 2000; Deere y León, 2001; Agarwala y Lynch, 2006; Alkire et al., 2013).
Los anteriores elementos recalan en una matriz relacional multifactorial (Ezequiel y Aldas, 2017; Hair et al., 1999) dispuestos a partir de una herramienta que se está estudiando con mujeres productoras del departamento de Santander. La información empleada provendrá de la aplicación de una encuesta dirigida a mujeres rurales en el área de estudio. Debido a la dificultad técnica que representa el llevar a cabo un muestreo aleatorio en zonas rurales, se optará por el desarrollo de un muestreo por conveniencia (Sepulveda y Bustamante, 2023).
La asociatividad ha surgido como una estrategia fundamental en el fortalecimiento de la autonomía de las mujeres rurales en la producción agraria. Este enfoque se fundamenta en la idea de que, al unirse en grupos, las mujeres pueden acceder a recursos, conocimientos y oportunidades que les permiten mejorar sus condiciones de vida y tomar decisiones de manera más informada y colaborativa (Munster et al., 2022).
Se encuentra que la estrategia de asociatividad empodera a las mujeres rurales, promueve la solidaridad, la confianza mutua y el sentido de comunidad, lo que les permite enfrentar desafíos de manera más efectiva y construir redes de apoyo sólidas (Zhllima, Xhoxhi, y Imami, 2021) consolidando su autonomía económica y con ella la familiar y comunitaria (Marcuello, et.al., 2022).