La educación del personal penitenciario es una temática muy poco abordada, aunque resulta clave en el desarrollo global de la ejecución de la pena. Partiendo de la base que nos indica que numerosos modelos políticos, sociales y culturales (especialmente económicos, laborales y penales) han provocado enormes diferencias entre los diferentes sectores que componen nuestra sociedad en cuanto al acceso a derechos, la cárcel se impone como el sumidero de aquellos que llevan la peor parte. Ahí, el Estado se hace presente, con sus errores y con sus aciertos, asumiendo la responsabilidad de la ejecución de la pena y de la insoslayable inclusión social que la misma debe contemplar. En ese contexto, cobra un inmenso valor un casi siempre descuidado factor: el rol del personal penitenciario. Confiados en que la educación de estas personas es uno de los caminos para conseguir nuevas ideas y generar así nuevas conductas, hemos conducido el área específica de educación del personal penitenciario en la provincia de Buenos Aires los últimos cinco años de gestión gubernamental; al respecto, nos parece oportuno y necesario compartir en este tipo de foros esta experiencia, exponiendo los objetivos del trabajo realizado, tanto como sus logros y sus fracasos, pregonando la imprescindible unión de ideas y de acciones entre la gestión política, el trabajo en territorio, el aporte de la academia y la intervención del poder judicial.