Mesa 18. Paz y Guerra entre las naciones. Política Exterior y de Defensa

Sobre el concepto de Nuevas Guerras.

  • Bidondo, Abril (UNLP)
Resumen

La Guerra Fría marcó el contexto internacional desde 1947 a 1991, este conflicto este-oeste impactaba y condicionaba todos los elementos del sistema internacional y sus interacciones. Los bloques de alineación y las áreas de influencia que dominaba cada hegemón estaban controladas y protegidas por ellos.
Con la caída de la Guerra Fría, se avanzó hacia la distensión y apertura del mundo, allí se produjo una liberación académica en torno a la proliferación de estudios de diversa índole, como, por ejemplo, el auge de analizar la categoría de ‘Estado Fallido’. Preguntas como: por qué existen estados que no pueden proteger a sus ciudadanos; que pierden el dominio soberano de su territorio; que no pueden elaborar políticas macroeconómicas y el creciente temor de asociar la debilidad estatal con actividades ilícitas (tráfico de armamentos, personas, estupefacientes, crimen organizado).
Como se indicó, la caída de la bipolaridad significó un cambio rotundo de contexto: el avance ilimitado de la globalización; el retroceso del estado en diversas áreas y modificando sus funciones tradicionales; la consolidación del capitalismo trasnacional bajo los paradigmas del consenso de Washington; el Fin de la Historia como correlato teórico de Francis Fukuyama; la ampliación del concepto de seguridad- mutando de una seguridad militar al concepto de seguridad humana-; la aparición de nuevas categorías como Responsabilidad de Proteger y Guerras Humanitarias; la aparición de las ‘Nuevas Guerras’ según Mary Kaldor (2001), entre otros.
Esta categoría que aporta Kaldor, será una pieza central para comprender la complejidad de los escenarios de conflicto que comienzan a ser característicos de la década de 1990 – como los conflictos desatados en Bosnia, Kosovo, Ruanda, Somalia-. Las características de las Nuevas Guerras son amplias: conflicto violento que tiene un origen local o nacional pero que traen aparejadas consecuencias trasnacionales; alta presencia de actores privados; presencia internacional como periodistas extranjeros y organismos de ayuda (como ONGs, ACNUR, UNICEF, entre otras); suceden en espacios donde la erosión del estado es profunda o ya se encuentra desintegrada, donde hay una lucha por el monopolio del poder de la violencia legítima; luchas por la identidad nacional concreta – eliminando a la población que sea distinta a ella- a través del uso del miedo, terror, violencia y violaciones sistemáticas de derechos humanos; los actores participantes del conflicto son diversos, desde grupos paramiliatres, bandas locales, ejércitos regulares, policías, y grupos mercenarios descentralizados; la guerra se basa en una economía de guerra porque la economía nacional se encuentra desplomada, por lo tanto el conflicto se financia por la economía ilegal, el mercado negro y el saqueo, o la ayuda exterior.
Las preguntas que guían la investigación se centran en pensar en primer lugar por qué las Nuevas Guerras son características de la transición del Nuevo Orden Mundial, y, en segundo lugar, ¿podemos pensar que sus características continúan desarrollándose en las guerras del siglo XXI?