Mesa 26: Civilización y Barbarie. Mundo Rural: interculturalidad, familia y trabajo

Sobre la dicotomía (así considerada) ‘civilización y barbarie’

  • Gladys Lopreto (Fac. de Periodismo y Com. Social, Fac. Humanidades, UNLP)
Resumen

Me propongo en la ponencia rescatar aspectos de la cultura rural bonaerense a partir de constatar la vigencia de determinadas variaciones lingüísticas que se diferencian de la normativa academicista, al mismo tiempo que la continuidad de usos poético-literarios. Me refiero a la llamada literatura gauchesca, atributo este último que la vincula a una clase social hoy inexistente como tal y, por definición, ubicada dentro de ‘la barbarie’ en la famosa dicotomía planteada entre nosotros por Sarmiento. Luego, constatar la persistencia de lengua y literatura a partir de la existencia de producciones actuales y de un púbico receptor de las mismas, para lo cual me referiré a “Payando por la historia” de M. Retes (2020).
Del planteo propuesto resulta necesario en principio analizar la presentada como dicotomía ‘civilización y barbarie´. Sarmiento contrasta con ella la política unitaria centrada entonces en la actual CABA, que vincula con una economía de desarrollo y progreso relacionada con la revolución industrial y la institución escolar, por lo tanto con lo europeo/norteamericano, y el poder en provincias relacionado con lo rural y tradicional. Pero la dicotomía es anterior, se remonta a otras épocas y latitudes. En principio connota casi siempre un sentido de anomia para los bárbaros, excluidos de la democracia ateniense. A los así denominados se les atribuye luego la caída del Imperio Romano, la misma idea justifica la exclusión de los mongoles y el surgimiento de San Petersburgo (donde se hablaba francés), hasta llegar al siglo XX a pergeñar la recuperación del Sacro Imperio Romano Germánico por el nazismo. Leemos en W. Mignolo que aquella dicotomía justifica otra: la de países extractivistas, imperialistas, por una parte, y países proveedores, colonizados, por otra, que habilita a aquellos a extraer frutos: plata, oro, carne, bananas, soja, petróleo, litio, y además hace imprescindible el trabajo esclavo. La mentada barbarie es funcional a esa economía que da a cambio la religión y la lengua únicas, el confort, el orden, o sea: la civilización.
Esa interpretación no se contrapone al planteo de Rodríguez Molas: el predominio de ‘los hombres’ (que, en clave del siglo XVI son: varones, españoles, europeos, cristianos) con derecho a ‘penetrar’ la ‘conquista´ (así llamaban al territorio), penetración que justifica el genocidio y de la cual surge una abundante población de mestizos, que nacen por eso mismo condenados. Son los ‘desposeídos’, los gauchos, que al tiempo abrazan una vida libre, anómica, errante. De esta práctica podría pensarse que ha quedadp un resabio en las ‘marchas’, tema presente en su literatura, afín al ideal de libertad. Las mismas estructuran muchas veces el relato, como puede verse en el texto estudiado, que consideramos perteneciente al género por el uso de la variedad de español rural rioplatense y bonaerense (Moure, AAL). Esta variedad corresponde al registro oral que, dado su dinamismo, resulta difícil de sistematizar, pero según el autor se usa actualmente, incluyendo cambios y variaciones posibles por la heterogeneidad de las lenguas y la existencia de diversidad lingüística.