Hacia una redistribución social del cuidado. La propuesta del Sistema Nacional Integral de Cuidados.
- Mastromauro Carolina (FaHCE-UNLP)
El siguiente trabajo se propone analizar el Sistema Nacional Integral de Cuidados que busca desarrollarse en Argentina, atendiendo a su concepción de cuidado y su triple caracterización como necesidad, como trabajo y como derecho. Se pondrá el foco también en les actores involucrados en el mismo; los discursos que desarma en relación a los cuidados y la redistribución de cuidados a la que aspira.
Asistimos mundialmente a una crisis de cuidados que evidencia el rol central de esta tarea en el desarrollo de la vida y en la producción de nuestras sociedades. Entre las principales causas destacamos el envejecimiento de la población en estrecha relación con el aumento de la esperanza de vida, cambios demográficos y avances de reclamos y conquistas del movimiento feminista hacia horizontes emancipatorios, donde comienza a cuestionarse la feminización de las tareas de cuidados y a resquebrajarse la división sexual del trabajo. Esta crisis mundial se ve reflejada en desigualdades sociales, culturales y económicas provocadas por la desigual distribución de cuidados.
Retomando a Fisher y Tronto (1990) entendemos al cuidado como una actividad de la especie, que incluye todo lo que hacemos para reparar, mantener y continuar nuestro mundo, para que lo podamos habitar de la mejor manera posible. Nos interesa aquí atender al cuidado desde una perspectiva de géneros y derechos humanos, buscando analizar diferencias históricas que se traducen en desigualdades estructurales entre los distintos géneros, que ponen en desventaja a mujeres y disidencias; y entendiendo al cuidado como un derecho que comprende el derecho a ser cuidado, el derecho a cuidar y el derecho al autocuidado.
En los últimos años vemos cómo diferentes países comenzaron a ensayar respuestas a través de diversas políticas públicas, motivadas por la urgente necesidad de redistribuir los cuidados. Pensamos aquí en una doble redistribución, entre géneros para romper con la feminización de las tareas de cuidado y entre los principales actores involucrados en estas tareas: el estado, el mercado, las organizaciones sociales y las familias.
Tras una larga lucha de movimientos sociales y feministas, estos lograron poner en escena el debate sobre los aportes a la producción que realizan las tareas de cuidado y la necesidad de redistribuirlo. La pandemia por COVID-19 terminó de develar la necesidad de discutir la organización social del cuidado.
Este problema es abordado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad desde sus inicios en el año 2020. El mismo se encuentra trabajando actualmente en un Sistema Integral Nacional de Cuidados (SINCA), a través de una construcción conjunta entre la Mesa Interministerial de Cuidados y el proyecto Cuidar en Igualdad mediante el que se llevan a cabo parlamentos territoriales del cuidado, entre otras actividades.
En el siguiente trabajo buscaremos analizar la propuesta de creación del SINCA, trabajando sobre fuentes primarias producidas por el MMGyD y sobre fuentes secundarias que abordan la temática, en búsqueda de analizar los aportes que este propone para revertir la crisis de cuidados en nuestro país.