Mesa 35: Hacia una crítica de la razón patriarcal. La perspectiva de género en la producción de conocimiento sociológico

¿Quién mide la violencia patriarcal? Indagaciones sobre la construcción de datos en torno a femicidios/transfemicidios, violencia sexual y desapariciones de mujeres en Argentina

  • Victoria Pasero (CONICET - Centro de Investigaciones Geográficas. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de La Plata)
Resumen

En esta ponencia reflexionaremos sobre la construcción de datos en torno a las violencias patriarcales en el país en sus manifestaciones extremas como femicidios/transfemicidios, violencia sexual y desapariciones de niñas y mujeres.
A la luz de los aportes feministas, intentamos hacer legibles los hechos violentos contra los cuerpos feminizados y hacer visible las limitaciones estructurales de las perspectivas de abordaje/análisis de la violencia patriarcal. En primer lugar, recuperamos algunas de las principales conceptualizaciones feministas construidas (femicidio, feminicidio, violencia patriarcal, violencia sexualizada). En segundo lugar, indagaremos en la construcción de información (estadísticas, mapeos, indicadores utilizados).
Destacamos en este punto la falta de perspectiva de género histórica a la hora de dimensionar esta problemática, que se ve reflejada en el déficit estadístico. Dado que la violencia patriarcal no se ha asumido cabalmente como un problema político, por lo tanto, de asunto público, no se ha contado con estadísticas centralizadas. Encontramos distintas fuentes que recogen información disgregada, heterogénea y parcial respecto a las formas que tenemos hasta el momento de saber de las situaciones de violencia patriarcales sufridas.
En Argentina contamos con dos fuentes de datos, una primaria pero fragmentaria y dispersa, que se deriva de las denuncias registradas en distintas dependencias estatales (Dirección de Género y Diversidad; Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Justicia de la Nación, Ministerio de Seguridad). Por otro lado, fuentes secundarias, que se producen a partir de lo registrado en los medios de comunicación, en particular, medios gráficos, que ha permitido aproximar una cifra anual y unificada respecto a la tasa de femicidios.
Los datos oficiales presentan serias limitaciones. Por ejemplo, en el caso de las agresiones sexuales, los datos que sistematiza el Ministerio de Seguridad de la Nación surgen del Sistema Nacional de Información Criminal, que solo considera los casos registrados por los sistemas de Seguridad y Justicia. Sin embargo, en el informe sobre violencia sexual en América Latina y el Caribe realizado por la Organización Mundial de la Salud (2013) se destaca que, de acuerdo a un estudio latinoamericano llevado a cabo por la Sexual Violence Research Initiative, se calcula que sólo un 5% de las víctimas adultas de violencia sexual en la región denuncian el hecho a la policía. Esto indica que las cifras oficiales de ataques sexuales resultan en un subregistro de la problemática. Por otro lado, existen fuentes de organismos internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud o la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que recogen datos globales de la región sin mayor especificidad por país.
Por ello, hasta el momento la información menos sesgada y más contundente en sus análisis, consideramos es la producida por organizaciones feministas y de la sociedad civil. Hasta el 2015, se contaba con los informes producidos anualmente por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, que desde 2008 contabiliza los casos de femicidios a partir de las noticias publicadas. Ese registro de actualización anual se convirtió en el marco de referencia y única fuente de datos. Luego, otras organizaciones, como el Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei (2017) y el Observatorio Lucía Pérez (2020), se sumaron a la labor de dar a conocer la información sobre femicidios y otras manifestaciones de la violencia patriarcal (como desapariciones) en el país.