Civilización y barbarie en el cambio de siglo XIX-XX latinoamericano: un abordaje desde la obra de Lucio V. Mansilla (Guerra del Paraguay) y Nellie Campobello (Revolución Mexicana).
- María de Guadalupe Huesca González (UBA/UNSAM)
A partir de la selección de textos de Lucio V. Mansilla (Argentina 1831-1913) pertenecientes a Una excursión a los indios ranqueles y Causeries en comparación con la obra de Nellie Campobello (México 1900-1986); Cartucho, relatos sobre la lucha en el norte de México; Las manos de mamá y Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa, buscamos observar a partir de dos contextos de guerra (la guerra del Paraguay y la Revolución Mexicana) cómo se unifican y enfrentan narrativamente los pueblos que encarnan el eje civilización-barbarie en la coyuntura de cambio de siglo XIX al XX.
Para Didi-Huberman (2014), la cuestión de la exposición de los pueblos en cuanto paradigma político tiene que ver con la exploración del espacio donde se constituyen las relaciones entre diferencias en un conflicto permanente entre barbarie y cultura. En este camino, Didi-Huberman recupera el “aparecer político” de los pueblos a partir de Hannah Arendt. Para ella, la política se basa en la pluralidad humana y ésta se compone de rostros (“los pueblos no son abstracciones, están hechos de cuerpos que hablan y actúan” (Didi-Huberman 2014: 22)) y multiplicidades, por lo que no se debería decir “el pueblo”, sino “los pueblos”.
Observaremos que Mansilla y Campobello emprenden un camino inverso, ya que buscan construir la idea de un pueblo (unitario) que representa la civilización frente a otro que encarna la barbarie. En el caso de Mansilla, se vaticina el triunfo de la civilización, mientras que Campobello observa el triunfo de la barbarie; un vaticinio que posteriormente recuperarían autores como Walter Benjamin a partir de los sucesos de la primera mitad del siglo XX.
Si bien Mansilla y Campobello se autoperciben como parte del eje civilizatorio; Mansilla se ubica desde el plano de los vencedores y encarna el “arquetipo de los militares de la generación de 1880” (Viñas 2005: 151), para él, la civilización de la cual forma parte bien podría absorber y acoger a los bárbaros como ilustra un Mansilla tomando cariño por los cordobeses, por su socio Pérez, por Juan Patiño, Juan Peretti o el cabo Gómez.
Por su parte, Campobello se enorgullece de sus ancestros, los indios comanches, y toma partido por un Francisco Villa vilipendiado por el ala triunfadora de la Revolución. Para ella, la civilización de la que ella forma parte será derrotada por la barbarie que encarnan lo mismo gringos que carrancistas.