La obra de teatro como análisis social
- Fernando Adrián Pedernera (UNGS/IDAES-UNSAM)
Introducción: Existe una estrecha relación entre el teatro y el análisis social. Algunos de sus ejemplos más tempranos se pueden hallar en las obras de filósofos clásicos, como Platón, que eligieron dar a sus reflexiones sobre la sociedad la forma de diálogos entre personajes ficticios. En la primera mitad del siglo XX, Bertolt Brecht proponía, a través del proceso de distanciamiento, que el público interpretara sus obras con una actitud científica. Antonin Artaud buscaba sumergir a su audiencia en los acontecimientos que sucedían sobre el escenario como si también estuviera allí, una propuesta que se asemeja en gran medida al trabajo de campo etnográfico. En la segunda mitad del siglo XX, la metáfora teatral fue crucial en el desarrollo de la sociología contemporánea a partir de los trabajos de Erving Goffman. Nuestra pregunta es, entonces, en qué medida y cómo puede hacerse un análisis social a través del teatro.
Objetivo: en esta ponencia nos proponemos describir algunas posibilidades y limitaciones de la obra de teatro como análisis social a partir de Petróleo, del grupo Piel de Lava.
Metodología: Analizaremos la obra elegida según los procedimientos de la investigación cualitativa, específicamente del trabajo de campo etnográfico.
Caso de estudio: En la obra Petróleo, estrenada en 2018, acompañamos a un grupo de trabajadores en una plataforma de extracción petrolífera en el sur de Argentina. Uno de los rasgos más llamativos de Petróleo es que se trata de cuatro personajes hombres interpretados por cuatro actrices. Esta puesta en escena con polos de género invertidos es ideal para resaltar, por su disonancia, los elementos asociados a lo masculino y su inscripción en las personas. Estos elementos podrían agruparse en dos categorías fuertemente entrelazadas: los que se relacionan con el discurso y aquellos que se relacionan con el cuerpo.
Conclusiones: Petróleo disecciona la cultura de la hipermasculinidad que se genera en los grupos de trabajadores de las extractoras petrolíferas, y muestra cómo esa cultura es necesaria para soportar el tipo de trabajo que se realiza allí y resulta funcional a los intereses de la compañía petrolífera. Este análisis se realiza íntegramente dentro de la obra y es presentado como relato. Algunas de sus mayores potencias son poder brindar información que desbordaría la descripción escrita y que es accesible a personas con y sin formación en ciencias sociales. Sus mayores limitaciones surgen del problema de la representación y los sesgos asociados a la misma, aunque estos no son ajenos a los trabajos etnográficos “científicos”.