Mesa 10: Razón y revolución. Sociedad, política y cultura en los años sesenta y setenta

Latinoamericanismo, Socialismo y Revolución Cubana en la revista Sagitario (1958-1961)

  • Tortti, María Cristina
Resumen

El trabajo intenta mostrar los términos a partir de los cuales la revista Sagitario (1958-1961) -dirigida por Carlos Sánchez Viamonte- fue receptora y difusora del proceso revolucionario cubano, antes y después de su triunfo en 1959, atendiendo a su condición de revolución antidictatorial y a su voluntad de abrir paso a la construcción del socialismo.
Sus impulsores, en tanto grupo político-cultural emergente en el contexto de la Reforma Universitaria, habían cumplido un importante papel en la construcción y difusión de la tradición latinoamericanista –“indoamericanista”- en el país y en el subcontinente con la publicación de Sagitario (1925-1927). Más adelante, producido el golpe de estado de 1930, se involucraron en la política nacional ingresando al Partido Socialista (PS): ubicados en su ala izquierda, fueron los “maestros” de las Juventudes Socialistas.
En el período que nos interesa, el grupo contaba ya con una extensa trayectoria en los ambientes culturales, políticos y universitarios, y por entonces fue parte del conflicto que, en 1958, fracturó al PS y dio origen -junto con Alfredo Palacios y Alicia Moreau- al Partido Socialista Argentino (PSA) -enfrentado al PD Democrático, liderado por A. Ghioldi.
Sagitario comenzó entonces su tercera -y última- etapa. Además de tratar cuestiones de política nacional -oposición al gobierno de A. Frondizi-, tanto el director como los redactores -por caso, los jóvenes O. Troncoso y T. Di Tella- desplegaron su amplia simpatía por los movimientos de liberación nacional y/o revolucionarios del Tercer Mundo y su interés por experiencias socialistas heterodoxas como la yugoeslava.
En la revista, la presencia de Cuba fue constante desde los primeros números, tanto a través del seguimiento del proceso revolucionario y la realización de entrevistas a guerrilleros y al mismo Fidel Castro, como mediante las notas publicadas por la representante del Movimiento 26 de Julio en Argentina o de la extensa nota firmada por Ernesto Guevara sobre los países del Pacto de Bandung.
Si bien siempre defendió con entusiasmo a la Revolución -en particular la reforma agraria y las nacionalizaciones-, Sagitario no dejaba de señalar las diferencias entre la realidad cubana y la argentina y, en consecuencia, entre las estrategias adecuadas para cada caso. Sin abandonar el ideal de la unidad latinoamericana, pensaba que el PSA debía elaborar una fórmula que, combinando antiimperialismo y socialismo, resguardara -hasta donde fuera posible-, las formas propias de una política democrática.
Hacia fines de 1960, con la radicalización del proceso cubano y la multiplicación de los contactos juveniles con Cuba, comenzaron a asomar diferencias. Los jóvenes, decididos a abandonar “todo rasgo de liberalismo”, eran partidarios de una estrategia decididamente revolucionaria -incluyendo un audaz acercamiento al peronismo- y de un “frente de liberación nacional” ligado a una estrategia continental con centro en Cuba. De este modo, operaban una redefinición, en términos de nacionalismo revolucionario, de la tradición latinoamericanista propia de Sagitario. Sus dos revistas, Situación y Che -en parte contemporáneas a Sagitario-, rompían con ciertos elementos de la tradición en la que se habían formado, a la vez que retenían otros.