Sobre Malvinas en el audiovisual fuera del AMBA.
- Jimena Trombetta
La guerra de Malvinas que tuvo inicio el 2 de abril de 1982 dejó seiscientos cuarenta y nueve muertos luego de cuarenta días sangrientos enmarcados en una Argentina sitiada por la dictadura militar, la orden de Leopoldo Galtieri de ocupar las Islas y un plan pre establecido por Margaret Thacher que habilitaba la ocupación para justificar posteriormente la guerra. Las producciones cinematográficas sobre Malvinas no tardaron en generarse desde 1984 con el film Los chicos de la guerra, de Bebe Kamin, crecieron en cantidad a partir del ingreso de la reparación histórica. A pesar de ser más de cincuenta registros los que abordan la temática entre cortos y largos, documentales y ficción, muchos fueron producidos por el campo cinematográfico ya instalado en el AMBA. No obstante, existen obras producidas por fuera del AMBA que tomaron como referencia historias procedentes de otras geografías que fueron especialmente afectadas por los embates de la guerra, como el sur de Buenos Aires. A partir de este punto surgen las siguientes preguntas. ¿Cómo influye lo regional en el modo de abordar las historias y sus relatos dentro de los films? ¿Cómo el conflicto bélico es narrado a partir de historias pertenecientes al territorio, que acercan el trauma de la guerra a esa localidad en especial? Para responder estas preguntas sobre lo producido en Buenos Aires, tendremos en cuenta los siguientes filmes Malvinas, Historias de la historia (1993) Miguel Monforte (Mar del Plata); Hundan al Belgrano (1996) de Federico Urioste y Miguel Pérez (La Plata); Malvinas, 25 años de silencio (2008) de Myriam Angueira (Lomas de Zamora/ Chubut); Huellas en el viento (2008) de Sandra Di Luca (La Plata); La forma exacta de las islas (2012), de Edgardo Dieleke y Daniel Casabé (La Plata); 1533 Km. Hasta casa Laureano Clavero (2013) (Miramar, Costa Atlántica); Héroe corriente (2014- 2017), de Miguel Monforte (Mar del Plata)