El indigenismo argentino ha sido una corriente de pensamiento invisibilizada, discontinua y fundamentalmente débil, al menos si la comparamos con sus homólogas de México o el Perú. Pero aún es así resulta inteligible a través del análisis de algunos de sus principales exponentes, desde sus primeras formulaciones "prácticas" en el siglo XIX, hasta sus principales sistematizaciones teóricas a lo largo del siglo XX, desde posiciones estatal/integracionistas como la de Ricardo Rojas hasta otras más radicales como las de Rodolfo Kusch o Francisco René Santucho.

El presente trabajo pretende trazar algunas hipótesis sobre sus alcances teórico-prácticos, sobre las formas de conceptualizar al propio indigenismo vernáculo (como corriente, como matriz de pensamiento, como campo, o cualquier otra), así como ponerla en diálogo a cada uno de los indigenismos con la situación histórico-estructural de los propios sujetos y colectivos indígenas, entendiendo al indigenismo no como un discurso que opera en el vacío, sino como una forma de intervención práctica y beligerante a la hora de pensar problemas tan insolubles como los del Estado, la nación, el territorio, la identidad y la alteridad.