La disputa por los derechos humanos. Lo nuevo y lo viejo en la disputa.
- Leonardo Kordon (UNSAM - EPyG)
La llegada al gobierno de Mauricio Macri en 2015 inauguró un nuevo tiempo político en el cual algunos de los sentidos y concepciones que parecían fuertemente arraigados en la sociedad y en la agenda pública fueron puestos en tensión. Este contexto, sumado al alto nivel de polarización política existente en el escenario político nacional, dio a lugar a que las ideas y sentidos en relación a los derechos humanos, fuertemente vinculados en nuestro país a los hechos ocurridos durante el terrorismo de Estado, sean disputados y puestos en tensión por diversos actores políticos. En este sentido, a los actores políticos ya presentes en la escena política nacional que postulaban ideas asociadas al negacionismo del terrorismo de Estado y contrarias y disgustadas con los procesos de juzgamiento a los delitos de lesa humanidad, se suman nuevos actores políticos ligados al fenómeno de las nuevas derechas. En este sentido, estos dos grupos de actores han logrado un crecimiento en su popularidad e imagen que les permitió obtener bancas de diputados nacionales como así también bancas en distintas legislaturas y cámaras provinciales. Este crecimiento y el salto desde ámbitos mediáticos, que tanto réditos les dio en popularidad e imagen positiva, a posiciones de institucionalidad formal se muestra cómo un campo de interés para las ciencias sociales.
Este trabajo se propone caracterizar las ideas y concepciones en derechos humanos de estos actores, tanto de los ya existentes previamente como así también de los nuevos. Esta caracterización permite establecer si nos encontramos con ideas y concepciones en derechos humanos con un considerable nivel de uniformidad o si bien se presentan como un conjunto de ideas heterogéneas.
Para ello se realizó un minucioso abordaje de entrevistas en medios de comunicación, redes sociales e intervenciones parlamentarias de los diputados y diputadas nacionales Javier Milei, Victoria Villarruel, José Luis Espert y Carolina Piparo. En esta línea, se trabajó a partir de cuatro dimensiones claves en las ideas de dichos actores: noción de derechos, el rol del Estado, usos de términos históricamente asociados a los derechos humanos en nuestro país y la concepción respecto a las sanciones a las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.
De este modo, se lograron identificar puntos de acuerdos y desacuerdos entre dichos actores políticos respecto a su posicionamiento en derechos humanos. Esto permite establecer dos grupos de ideas y concepciones en derechos humanos: uno identificado con los actores ya existentes previamente que están asociados a la teoría de los demonios y a la “memoria completa”, y otro vinculado a los nuevos actores en donde sus ideas y concepciones dan cuenta no solo de un negacionismo latente sino que sus cuestionamientos dan un paso más poniendo en cuestión a la democracia misma.