El siguiente escrito pretende recuperar y analizar el proceso de profesionalización que, a penas y glorias, atravesó el voley femenino argentino en los últimos 20 años. Reflexionar en torno a la profesionalización de una disciplina deportiva, nos invita a preguntarnos qué se define como profesionalización. Si bien, existen diferentes interpretaciones partimos de reconocer por un lado, lo paradojal que resulta el actuar profesional de las jugadoras más no ser reconocidas por el Estado y las federaciones deportivas como profesionales en términos laborales; y por otro lado, la necesidad de comprender el proceso de profesionalización como un proceso de transformación político, económico y social. Esto implica comprender la complejidad de tramas que se suscitan entre y al interior de las instituciones deportivas, el Estado, los movimientos políticos (específicamente los movimientos feministas), las federaciones, las jugadoras, los dirigentes y los contextos sociales y económicos de cada momento histórico.
En esa trama de tensiones, pujas y conquistas se pondrá el foco en el rol del Estado, la irrupción de los movimientos feministas que lograron visibilizar y masificar las problemáticas de género que atraviesan a las mujeres y diversidades y cómo habilitaron discusiones y reflexiones que se tradujeron en asociacionismo y organización de mujeres en diferentes esferas de la vida social, entre ellas, el voley y la conformación del Colectivo Doble Cambio.
Palabras clave: Voley - mujeres - profesionalización - género